¿Cómo evadir a una Yandere?
Episodio Especial
Mi nombre es Emma y tengo 17 años. Mi madre era una música
muy talentosa y con mucho reconocimiento en Inglaterra y mi padre era un
empresario exitoso en Japón. Cuando nací ellos esperaban grandes cosas de mí,
decían que yo sería una diosa en la tierra y pusieron todas sus esperanzas en
mi futuro. No recuerdo haber jugado con otros niñas desde que recuerdo, pero no
porque no se me permitía, si no que yo jamás podía perder mi tiempo con
criaturas tan estúpidas que lo único que harían sería frenarme, así es yo no
veo a las demás personas como mis iguales, de hecho, los veo por debajo de
mí, no me creo superior, lo soy o al
menos así lo pensaba. Cuando tenía 5 años se me empezó a dar clases de piano y
era tratada como una prodigio, ya a los 6 dominaba el japonés y el inglés que
era mi lengua materna, a los 7, empecé a nadar y a los 9 ninguna calificación
podía compararse a las mías en la escuela, pero todo eso era vacío para mí,
solo mis padres podían sentirse orgullosos de logros tan mediocres como esos.
Cuando cumplí 15, ya era una maestra en todas las cosas que aprendía desde
niña, incluso el seguir asintiendo a la secundaria era innecesario, superaba a
mis padres en cualquier aspecto, pero eso no era suficiente, nada lo era para
mí. Ver cada día en la secundaria a mis compañeros divertirse me enfermaba, todo
de ellos lo hacía, eran vulgares, sus gustos musicales pésimos, todo de ellos
era indignante, pensaba que estarían mejor muertos, así no desperdiciaría mi
preciado aire. Un día unas chicas intentaron molestarme, pensaron que sería
divertido meterse con la extraña del salón, pero sólo tenían celos porque yo
era más bonita y ser callada atraía más a los chicos, así que me intentaron dar
una paliza, pobres, no tenían ni la más mínima idea de con quien se metieron,
aún recuerdo el sabor de la sangre de su líder cuando le pude rasguñar el
rostro. Lastimar e incluso la idea de matar a otros no era nada para mí o
¿Acaso ustedes sienten lástima por pisar una hormiga o aplastar una mosca?
Para mí no era diferente de eso y para probármelo, lo
intente. Un día después de clases seguí a la líder del grupo que intento
molestarme, todas se veían igual para mí, pero logré reconocerla por las
heridas que le deje, era realmente una zorra, luego de clases se escapaba de su
casa para ir a verse con su novio, un hombre de casi 22 años de edad, era
enfermizo, así que hice lo que cualquier buena persona haría. Esa noche entre
por la puerta trasera, tomé uno de los cuchillos de la cocina, subí lentamente
hacia la habitación donde estaban ambos desnudos, sentí tanta repulsión que no
lo pensé dos veces antes de apuñalarlos a ambos varias veces en la espalda, soy
una perfeccionista no puedo evitarlo. Fue la primera vez que asesinaba a
alguien y para mi suerte fueron dos al mismo tiempo, fue un sentimiento
liberador, me sentía como si le hubiera hecho un bien al mundo, por fin
entendía a mis héroes de los libros que tanto amaba leer, lo hermoso que era la
justicia en tu propia mano. Días después encontraron los cuerpos pero el caso
jamás se resolvió, no había criminal,
enemigos, pruebas que guiarán al culpable, nada, pero pronto descubriría que mi
misión aún no había terminado. Así que cada 25 de cada mes, hasta que cumplí
16, asesine a una o dos personas en la ciudad, tranquilos, se lo merecían, sólo
hacia mi papel como “buena ciudadana”. Incluso la policía me coloco un
sobrenombre, “La asesina de 5 puntos”, siempre dejaba eso a modo de firma, 5
puñaladas… ese sobrenombre era realmente un halago para mí, conmemoraban mi
servicio comunitario de esa manera. Cuando cumplí 16, conocí a un chico
maravilloso, jamás pensé que podría enamorarme, pero no pude evitarlo, verlo
con esa cabellera plateada y esos hermosos ojos, lamentablemente el sentimiento
fue breve, pues de ese momento, no lo volví a encontrar al menos hasta el año
próximo. Mis padres eran una molestia constante y solo hacían mi vida miserable
una y otra vez, así que hice lo que debía hacer y corte los frenos del auto
para resolver ese problema, claro, para no levantar sospechas, también fui en
ese último viaje, pero estaba preparada para el impacto, debo admitir que ver
los cadáveres de mis padres me afectó pero era lo que debía hacer y yo jamás me
arrepiento de nada. Mi familia no sabía que hacer conmigo pero, yo ya lo tenía
todo planeado, para mi futuro iría a la Academia local para encontrar a ese
chico perfecto y tendría mi vida soñada a su lado, nadie iba a evitarlo así que
usando el dinero que herede, compre un departamento cerca de la Academia y me
quite a mis familiares de encima, tranquilos, no los mate, no era necesario. Cuando
cumplí 17 por fin había ingresado a la Academia local y como siempre estaba
lleno de cucarachas que se creían personas refinadas, pero nada de eso importó
porque como si fuera obra del destino mi chico soñado y yo, nos encontramos muy
pronto y por fin lo conocí a mi hermoso Ryo, Aun así mi felicidad duro poco
pues su querida amiga de la infancia era como una piedrita en nuestra relación
perfecta, pero no era nada que no pudiera solucionar.
¿Nunca se han enamorado? Porque yo solo puedo pensar en
jamás separarme de mi hermoso y querido Ryo, así que hice lo que cualquiera
haría y comencé a vigilarlo cada noche, aunque solo unas horas, ya que debía
prepararme para verlo en la academia, era tan hermoso mientras dormía, se había
vuelto una costumbre para mí y era mi rutina nocturna. Semanas pasaron desde
que comenzamos la academia y tengo hermosos recuerdos junto a mi Ryo, incluso
recibí un hermoso peluche al que llame Skully, pero claro siempre con la
piedrita de por medio es como una plaga que jamás piensa irse, tranquilos, ya
tengo un plan exclusivamente para ella. Sé lo que piensan: "Está chica
está loca", "Es una psicópata", "Matar está mal".
Déjenme decirles que se equivocan todo esto es por amor, tanto al mundo, como a
mi hermoso Ryo, soy una justiciera y a la vez una defensora del amor, como
podrían decir que lo que hago está mal, cuando solo hago lo que es correcto, sé
que muchos me entenderán y si no bueno, no me molestaría mostrarles
personalmente, que tan poderoso es mi amor. Creo que pensar tanto en Ryo, me
tiene algo loca, incluso estoy escribiendo en ti, Diario, como si estuviera
hablando con otra persona, pero debe ser normal, como alguien podría estar
cuerda con tanto amor en su corazón. Pensaba que el mundo debía quemarse entero
pero luego que conocí a Ryo, descubrí lo hermosa que puede ser la vida y sé que
a su lado juntos construiremos un futuro mejor para nuestra familia, solo
pensar en eso hace que me sonroje toda. Creo que es todo por esta noche, mi
amado Diario, pero antes de ir a ver a Ryo, ¿podrías guardarme un secreto?
Bueno aquí va, cuando logre deshacerme de esa piedrecita inmunda, llamada Haru,
le diré a Ryo como me siento y solo pensarlo me tiene muy nerviosa, pero no
debería ¿cierto? Después de todo, él no tiene otra opción, sí, él no puede
decir que no o seria lo último que diría... Buenas noches Diario, con Besos y
esperanzas.
Emma Yamamoto.



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